El día 12 de marzo se celebra el Día Mundial del Glaucoma.
A partir del año 2008 se viene celebrando cada 12 de marzo el Día Mundial del Glaucoma, un padecimiento que engloba hasta 60 enfermedades oculares que pueden ocasionar la ceguera del paciente, producto de una degeneración progresiva del nervio ocular.
El glaucoma es la segunda causa común de ceguera, 4,5 millones de personas lo padecen en la actualidad y se espera que esta cifra continúe aumentado de forma importante en los próximos años. El Día Mundial del Glaucoma tiene el propósito de llamar la atención sobre este grupo de enfermedades oculares progresivas y la importancia de su detección temprana. Un 90% de la ceguera que provoca el glaucoma podría evitarse mediante la detección temprana y el tratamiento adecuado.
El glaucoma es una enfermedad que afecta a los ojos y que se caracteriza por una lesión del nervio óptico provocada por un aumento de la tensión intraocular, debida a que el líquido contenido dentro del ojo –humor acuoso- no drena adecuadamente a causa de alguna obstrucción, aumenta la cantidad de líquido dentro del ojo y, como consecuencia, se produce un incremento de la tensión intraocular. Es importante conocer que la tensión intraocular es independiente de la tensión arterial. El glaucoma se va produciendo a lo largo del tiempo sin dar síntomas. Si no se detecta a tiempo se puede producir un daño irreversible del nervio óptico causando una pérdida progresiva de la visión que puede llegar a ceguera. El glaucoma se puede dar en uno o en ambos ojos.
Afecta a ambos sexos por igual y su incidencia aumenta con la edad, estimándose que padece glaucoma el 2% de las personas de más de 40 años, llegando al 5% de las personas de más de 60 años. Según las estimaciones del Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada (IOBA), alrededor de 16.000 personas mayores de 40 años podrían estar afectadas en Castilla y León. En las primeras fases, la enfermedad permanece asintomática y se manifiesta cuando ya ha evolucionado, por ello es frecuente que el diagnostico se produzca al hacer una medición de la tensión intraocular –tonometría- en el momento de realizar una graduación de la vista.
La forma clínica más frecuente es el denominado glaucoma de ángulo abierto o glaucoma crónico simple, caracterizado por la dificultad de drenaje del humor acuoso de la cámara anterior del ojo. Los primeros síntomas del glaucoma pueden consistir en alteraciones del campo visual con pérdida de visión lateral o periférica.
Pero hay formas de la enfermedad menos frecuentes y de presentación brusca, como el glaucoma de ángulo cerrado, en que aparecen otros síntomas como visión de "moscas volantes", visión borrosa, pérdida completa de la visión, visión de "arcos iris", así como otro tipo de manifestaciones como dolor en el ojo, dolor de cabeza o náuseas y vómitos.
El glaucoma se trata habitualmente con medicamentos, aunque algunas formas de glaucoma precisan cirugía con láser o cirugía convencional.
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