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Cuba se enfoca en enfermedades no transmisibles: Ministro de Salud presenta estrategia para su prevención y control

Cuba se enfoca en enfermedades no trasmisibles: Ministro de Salud presenta estrategia para prevención y control

Cuba se enfoca en enfermedades no transmisibles: Ministro de Salud presenta estrategia para su prevención y control

El ministro de Salud Pública, doctor José Angel Portal Miranda, presentó ante el Parlamento cubano la estrategia para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles y sus factores de riesgo en Cuba, con acciones dirigidas a disminuir la carga de morbimortalidad por esos padecimientos, que aparecen en al menos nueve de las 10 principales causas de muerte en el país.

Al intervenir en la sesión plenaria, Portal Miranda señaló que tras más de dos años de duro batallar contra el SARS-CoV-2, y en momentos en que podemos hablar de un control de la situación epidemiológica asociada a la covid-19 en todo el país, desde el sistema nacional de salud se retoman acciones previamente definidas para prevenir y tratar enfermedades que son igualmente graves amenazas para la vida de nuestro pueblo.

Tal es el caso de las enfermedades no transmisibles y sus factores de riesgo, un asunto de suma importancia, sobre todo teniendo en cuenta su devastador impacto social, al estar ubicadas entre las principales causas de enfermedad y de muerte en Cuba, comentó.

“Noticias sumamente alarmantes han dado la vuelta al mundo desde finales del 2019, asociadas a los graves daños provocados por la covid-19 en la salud de las personas. Los disímiles retos que trajo consigo el enfrentamiento a la pandemia condujeron a los sistemas sanitarios a hacer del virus centro de casi todas sus acciones.

“Desde ese momento, quedaron en suspenso muchas estrategias que, diseñadas con anterioridad, estaban encaminadas a contrarrestar los riesgos que implican otras diversas y mortales enfermedades, una realidad de la que Cuba no ha estado exenta”, explicó Portal Miranda.

“Es por ello –insistió– que resulta impostergable reordenar las medidas encaminadas al control de esas enfermedades, que han sido aglutinadas en una estrategia que pretendíamos comenzar a implementar en el 2020, lo cual fue imposible debido a las complicaciones originadas por la epidemia”.

El propósito esencial de la estrategia, definido entonces y vigente hoy, es el de reducir la morbilidad en el territorio nacional y, con ello, fortalecer las acciones para lograr una esperanza de vida saludable, sostuvo el ministro de Salud Pública.


Cuba cambió su perfil de enfermedades y de mortalidad

 

Portal Miranda hizo un recorrido por algunos de los elementos que han distinguido el quehacer de la salud cubana desde los primeros años de la Revolución y que se han puesto en práctica para proteger la salud de la población. “De ese quehacer es fruto la estrategia que explicaremos en este escenario”, dijo.

“Al triunfar la Revolución, en enero de 1959, se desplegó un amplio y profundo programa de salud que, unido a la conformación del Sistema Nacional de Salud, comenzó a abordar con prioridad los grandes flagelos existentes en el panorama sanitario cubano, sobre todo las enfermedades infectocontagiosas y la mortalidad materno-infantil”, señaló.

Recordó que, desde el primer momento, Fidel se convirtió en el principal impulsor de todo aquello que posibilitara disminuir los factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles. Sería esa una de las razones por las que propició el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, así como la especialidad de Medicina General Integral.

De acuerdo con el ministro, justo en las dos décadas iniciales de la Revolución empezaron las acciones encaminadas a erradicar el paludismo, enfrentar la tuberculosis, implementar el programa contra la gastroenteritis y la desnutrición infantil, y la campaña de vacunación antipoliomielítica, la cual no solo permitió avanzar en el control de esa enfermedad, sino que sentó las bases para el desarrollo del Programa Nacional de Inmunizaciones.

En esos primeros años, se puso en marcha también el programa para la reducción de la mortalidad infantil y materna, que derivó en el Programa de Atención Materno-Infantil, dijo.

“Fue ostensible entonces la disminución de las enfermedades transmisibles y perinatales, principales causas de muerte de la población en aquel momento, ganando en prevalencia en el cuadro de salud las enfermedades no transmisibles. Todo ello trajo consigo un gradual y acelerado envejecimiento poblacional, con un nuevo perfil de enfermedades y de mortalidad, cada vez más semejante al de naciones desarrolladas”, explicó Portal Miranda.

En ese contexto surgió el primer programa cubano para el manejo de la hipertensión arterial, que fue muy bien acogido por la Organización Mundial de la Salud y se extendió a 11 países.

“El trabajo realizado en ese sentido llevó a la conformación del Programa de Atención Integral al Adulto en los policlínicos comunitarios, con un enfoque preventivo. Posteriormente, en 1982, nació el primer programa cubano de promoción y educación para la salud, totalmente revolucionario para su época en lo referido al enfoque preventivo de las enfermedades no transmisibles”, continuó su intervención el ministro de Salud Pública.

Agregó que, teniendo en cuenta esa realidad y el creciente ascenso de las referidas enfermedades como principales causas de muerte en el país, en la década de los ochenta comenzaron a llevarse a cabo estudios de la mortalidad de los adultos.

Los resultados de esas investigaciones propiciaron la concreción de proyectos de promoción de salud y prevención de enfermedades, en los que se destacó el Proyecto Global de Cienfuegos, con la conducción del Gobierno provincial y la cooperación técnica del Ministerio de Salud Pública, así como de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud.

Más adelante, en 1991, el Ministerio de Salud Pública puso en práctica la plataforma de gestión Objetivos, Propósitos y Directrices de la Salud Pública Cubana para el año 2000, orientada a las problemáticas de la morbilidad y la mortalidad provocadas por las enfermedades no transmisibles.

“Esta iniciativa, de enfoque sectorial, tuvo como principal obstáculo para su desarrollo el contexto sanitario que impuso el Periodo especial, particularmente el enfrentamiento a la epidemia de la neuropatía”, comentó Portal Miranda.

No obstante esa realidad, en ningún momento se detuvieron los esfuerzos para proteger la salud y prevenir las enfermedades no transmisibles. Ello llevó en la década a la creación en la década de 1990, en la ciudad de Cienfuegos, de la Red Cubana de Municipios por la Salud, que luego se extendió a 145 municipios de 15 provincias del país.

El ministro recordó que al inicio de la siguiente década, en octubre del 2000, por acuerdo del Consejo de Ministros, se creó la Comisión Nacional de Salud y Calidad de Vida, y luego fue aprobado un programa nacional homónimo, con el objetivo de promover estilos de vida saludables en los individuos, las familias y la comunidad, con la consecuente modificación de factores de riesgo, teniendo en cuenta los de mayor repercusión en las principales enfermedades no transmisibles (ENT) y otros daños a la salud.

Sucesivamente se continuaron fomentando otras iniciativas locales de promoción de salud, y el Ministerio de Salud Pública desplegó una nueva propuesta sectorial hasta el 2015, dirigida a reducir la morbilidad y la mortalidad ocasionadas por las ENT.

Ante los crecientes daños provocados en la población mundial por las ENT, el 13 de mayo de 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó unánimemente la resolución 64/265, sobre la prevención y el control de dichas enfermedades.

“A partir de esa decisión, en septiembre de 2011 se efectuó una cumbre de jefes de Estado, en la cual se aprobó una declaración política sobre la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles. Ese documento comprometió a los Gobiernos a establecer metas mundiales de vigilancia de esas enfermedades y sus factores de riesgo, como son el tabaquismo, el régimen alimentario poco saludable, la inactividad física y el consumo nocivo de bebidas alcohólicas”, refirió Portal Miranda.

Recordó que en 2015 fueron adoptados por las Naciones Unidas los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, también conocidos como Objetivos Globales, convertidos en un llamado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para 2030 todas las personas puedan disfrutar de paz y prosperidad.

De manera particular, el número 3 de estos objetivos está relacionado con la necesidad de “garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”. En él –dijo el ministro– se encierran tres grandes propósitos:

  • 3.4: reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante la prevención y el tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar.
  • 3.5: fortalecer la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias adictivas, incluidos el uso indebido de estupefacientes y el consumo nocivo de alcohol.
  • 3.6: reducir a la mitad el número de muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico.

Portal Miranda precisó que, ante el pronóstico real del incumplimiento de este Objetivo de Desarrollo Sostenible por casi todos los países, durante la 75 Asamblea Mundial de la Salud, celebrada en Ginebra el pasado mes de mayo, se aprobó ejecutar una hoja de ruta 2023-2030 para impulsar su cumplimiento.

“Téngase en cuenta, por ejemplo, que en el mundo cada año mueren como promedio 41 millones de personas a causa de enfermedades no transmisibles, el 71% del total de muertes en el planeta”, afirmó.

Si bien en Cuba no hemos logrado avanzar en los últimos dos años tanto como nos habíamos propuesto, en ningún momento se han dejado de llevar a cabo, en mayor o menor medida, acciones para proporcionar más bienestar a nuestra población, subrayó.

¿Qué mostró la última Encuesta Nacional de Salud sobre los factores de riesgo de las ENT?

 

En su intervención el ministro explicó que hay elementos que desde las estadísticas oficiales distinguen el contexto cubano, en lo relacionado con el impacto que tienen en la salud las ENT y sus principales factores de riesgo.

Una herramienta de mucha utilidad para ello—dijo— han resultado ser las encuestas nacionales de Salud, de las cuales se han realizado cuatro: tres encuestas nacionales de factores de riesgo (la primera en 1995-1996; la segunda en el año 2001, y la tercera en los años 2010-2011), así como una Encuesta Nacional de Salud en el 2020.

“Los datos que a partir de ellas se obtienen ayudan a diseñar acciones para hacer frente a las problemáticas y minimizar sus efectos tanto como sea posible.

De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Salud, llevada a cabo en el periodo 2018-2020 por el Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología, la población cubana presenta importantes problemas de Salud asociados a las enfermedades no transmisibles, cuyo comportamiento puede ser modificado si se cambian hábitos de vida y comenzamos a trabajar en ello desde todos los sectores de la sociedad, enfatizó.

Portal Miranda explicó que se trata de un estudio poblacional, descriptivo, transversal y con un diseño muestral, que por primera vez incluyó el estudio de la población a partir de los seis años de edad: con anterioridad las encuestas de factores de riesgo en Cuba solo habían tenido en cuenta a los mayores de 15 años.

Palabras clave: Consumo de alcohol, Coronavirus, COVID-19, Diabetes, Encuesta, Enfermedad, Epidemia, José Angel Portal Miranda, Ministerio de Salud Pública (MINSAP), Salud, Salud Pública, SARS-CoV-2, tabaquismo, Virus

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