Fidel, artífice principal del desarrollo en Cuba de un sistema de Salud integral

Fidel, artífice principal del desarrollo en Cuba de un sistema de Salud integral.

Uno de los retos y cambios más significativos que trajo consigo la Revolución Cubana fue la creación de un Sistema Nacional de Salud más inclusivo y orientado a erradicar el lucro institucionalizado, el cual se contraponía a valores éticos y de justicia que debían prevalecer en la sociedad socialista en construcción, y donde este sea el derecho humano más importante para cualquier ciudadano

El pueblo cubano como cualquier otro de América y el mundo fue víctima también en el siglo XX de la imposición de disposiciones políticas y económicas por parte de gobiernos y centros de poder oligárquicos que instrumentaron medidas en el sector de la Salud representativas de un vasto negocio lucrativo, al extremo de comercializar lo elemental de un ser humano, su calidad de vida.

Luego del triunfo de la Revolución uno de los retos y cambios más significativos que tuvo la Isla fue sin dudas la creación de un Sistema Nacional de Salud más inclusivo y que erradicase el lucro institucionalizado el cual se contraponía a los valores éticos y de justicia que debían prevalecer en la sociedad socialista en construcción, y donde este significa el derecho humano más importante para cualquier ciudadano.

Ante la imperiosa necesidad de transformar esa política enarbolada por décadas de capitalismo y neoliberalismo en nuestra región, el máximo líder Fidel Castro Ruz, artífice del desarrollo de una novedosa estrategia de Salud, (sin costo alguno) para todo el pueblo cubano, abordó la necesidad de alcanzar profundos cambios en el sector, promoviendo la formación de generaciones de profesionales con sólidos conocimientos para hacer frente a los desafíos del país y a la vez fomentar acciones solidarias con otros pueblos que requieran de estos nobles y sensibles servicios para salvar vidas.

Durante los primeros años del triunfo revolucionario (y ante la férrea campaña de desinformación y tergiversación de la realidad por parte de los enemigos de clase del pueblo), la rancia burguesía y los sicarios del régimen batistiano en contubernio con Washington estimularon la salida del país de miles de profesionales. La Isla perdió más de la mitad de los médicos y otros especialistas y técnicos de la Salud, pero tuvo por respuesta el ingreso de miles de jóvenes sumados a esas carreras, quienes junto a los dignos hombres de las batas blancas que quedaron en el territorio alcanzó el doble de graduados en Medicina y otras ramas afínes, con una concepción distinta, sustentada en valores de patriotismo, solidaridad, humanismo y vocación de servir a los necesitados donde sea preciso, sin objeto de lucro.

En ese contexto de formación de profesionales más integros estuvo el pensamiento de Fidel Castro acerca de la Salud Pública, sus ideas y acciones fueron decisivas para obtener las transformaciones profundas que se requerían.

El Comandante en Jefe además de enfatizar en las cualidades éticas y humanas que debían caracterizar a los trabajadores de esta rama del saber, tuvo un rol destacado en el diseño de una Medicina General Integral como especialidad médica, también alrededor del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, así como impulsar la colaboración internacional, por el sentido humanista de la misma.

Durante el Claustro Nacional de Ciencias Médicas celebrado en 1983,  reitera  Fidel la necesidad de estructurar  Medicina General Integral lo cual representa un loable aporte a la Salud Pública de Cuba. Y al respecto dijo; "Porque yo sigo insistiendo en la idea… de convertir la medicina general en una especialidad… se está trabajando ya en definir los perfiles de esta carrera...  Esto entraña la idea de que en un futuro todos los médicos tengan también categoría de especialista… con este tipo de médico no tendríamos el limitante del número, puesto que es el médico que se puede necesitar en cualquier lugar; para la cooperación internacional es el tipo de médico ideal… Si ustedes van a apoyar cualquier país subdesarrollado, lógicamente tiene que mandar a algunos especialistas…; pero sobre todo lo que necesitan son esos médicos generales, que nosotros aspiramos que tengan un alto nivel.”

Y en eventos posteriores como el de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su IV Período Ordinario de Sesiones, en julio de 1983 nuevamente reflexiona sobre la importancia de esta especialidad. Señala además que ello no estará exento de perfeccionamiento por sus características dinámicas y dialécticas, y expresa su convicción que esta sanidad es una necesidad individual y comunitaria.

Los investigadores y estudiosos de la historia consideran como antecedente del pensamiento de Fidel sobre la Salud Pública, su alegato de defensa “ La Historia Me Absolverá”. Desde entonces señalaba; "El noventa por ciento de los niños del campo está devorado por parásitos que se les filtran desde la tierra por las uñas de los pies descalzos. La sociedad se conmueve ante la noticia del secuestro o el asesinato de una criatura, pero permanece criminalmente indiferente ante el asesinato en masa que se comete con tantos miles y miles de niños que mueren todos los años por falta de recursos...”

Así mismo insistió en avanzar en el Sistema de Atención Primaria, alcanzar mayor bienestar y Salud para la población, y no esperar que las enfermedades amenazen a las familias, sino prevenirlas con proyectos sanitarios. Ese concepto mostraba también su alto grado de sensibilidad humana.

Hoy, a pesar de las imperfecciones y particularmente las carencias a causa del acoso imperial, Cuba exhibe conquistas importantes en este indicador de Desarrollo Humano, y no ceja en su empeño de seguir mejorando y obtener mayores niveles de satisfacción y resultados con relación a la atención, el desempeño de sus profesionales y del sector de la Salud en su conjunto.