Ha sido un año intenso, pero está la satisfacción de que los maestros cubanos en cada aula han enfrentado el desafío de educar con una nueva sonrisa y de enseñar a los niños, adolescentes y jóvenes cuán grande es la Patria amada cuando de salvar vidas se trata.
El 22 de diciembre de 1961, se celebra en Cuba el Día del Educador, en homenaje a quien lleva “por los campos y ciudades de nuestra geografía insular no solo explicaciones e instrumentos, sino también la ternura, que hace tanta falta y tanto bien a los hombres”, a quienes deberá ofrecer el conocimiento humano, que es infinito, y formar en el amor y el perdón; pilares fundamentales de la doctrina martiana.
Martí dijo, educar es “depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido; es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente hasta el día en que vive; es poner al hombre al nivel de su tiempo para que flote sobre él y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es … preparar al hombre para la vida”.
La Campaña de Alfabetización atravesó lomas y madrugadas, una campaña que hizo historia en Cuba. Esta tuvo muchos nombres, esos que hoy recordamos con orgullo, los muy jóvenes maestros Conrado Benítez, Manuel Ascunce Domenech y el campesino Pedro Lantigua que fueron salvajemente asesinados por bandas mercenarias.
Esa obra de amor, coraje, generosidad y solidaridad comenzó a definir a la nueva juventud cubana de entonces y su influencia se transmitió a los días actuales, sobre todo en la vocación y entrega de los maestros y profesores, quienes lo han dado todo por hacer posible el nuevo comienzo del curso 2020-2021.
En 1961 también se proclamó el carácter socialista de la Revolución y se aplastó la invasión mercenaria a Playa Girón. Junto al nacimiento de una nueva vida para los humildes, se vencían enormes dificultades originadas casi desde el primer día de la alborada de enero por las amenazas y agresiones de un enemigo poderoso.
Hoy todos los niños conocen que desde 1961 el país pudo poblarse de escuelas, bibliotecas e instituciones culturales hasta el último paraje lejano fue porque hubo la maravillosa piedra angular y la mística de aquella alfabetización.
Manuel Ascunce Domenech. Maestro voluntario cubano. Al llamado de Fidel integró las Brigadas Conrado Benítez [2]. Alfabetizó en la provincia de Las Villas, en la zona de Limones Cantero [3], municipio de Trinidad [4], en casa de los campesinos Colina y Joseíto, estancia que vio interrumpida por encontrarse enfermo y que lo obligó a viajar a La Habana [5]. Más tarde se traslada a la casa de Pedro Lantigua.
La casa de Pedro Lantigua y Mariana de la Viña, estaba situada en la Finca Palmarito [6], barrio de Río Ay [7], en la zona de Limones Cantero [3], municipio Trinidad [4], en una zona cafetalera de difícil acceso.
El 26 de noviembre [8] de 1961 [9], en horas de la tarde, Mariana hizo para todos una colada de café recogido, cultivado y tostado en la propia finca, pero cuando ya se estaba repartiendo, no llegó ni si quiera a las manos de Pedro, pues fue sorprendido por presuntos milicianos, que después resultaron ser realmente, los bandidos. Mariana se percató de la simulación de los malhechores y salió en defensa de los suyos, quiso hasta hacer ver que Manuel era uno de sus nueve hijos. A la pregunta de quién era el maestro:
Lo que indignó a los bandidos y arremetieron contra él y Pedro de la forma más brutal y cobarde, además de llevarse con ellos a Pedrito. Mariana los sigue y logra arrebatarle al hijo.
El maestro Manuel Ascunce Domenech y el campesino Pedro Lantigua fueron asesinados por defender la obra de la educación y ser fieles a la causa de la Revolución, en las montañas del Escambray [10] por bandas armadas al servicio de Estados Unidos [11].
El ejemplo del joven Manuel Ascunce Domenech, inspira a un nuevo ejército de maestros, quienes bajo su nombre, desde 1972, desempeñan un papel trascendental en las diferentes transformaciones experimentadas por la educación cubana.
En la actualidad, muchos pueblos de Latinoamérica y de otras regiones se han transformado en la Cuba de 1961, pues educadores cubanos, siguiendo la obra educativa de Ascunce Domenech, han borrado de esas hermanas tierras la ignorancia y la incultura.
Muchos son los logros y motivos para seguir celebrando, por eso los niños y la familia felicitan a todos los educadores, sembradores de valores, sentimientos patrióticos y ejemplo; los que con profundo sentido humanista vencen el día a día formando las nuevas generaciones, modelando espíritus y transformando conciencia.
¡A TODOS MUHCHAS FELICIDADES!
Enlaces:
[1] http://www.infomed.ijv.sld.cu/sites/www.infomed.ijv.sld.cu/files/imagen/98/269749611_1245006822647623_4723935290698452306_norig.jpg
[2] https://www.ecured.cu/index.php?title=Brigadas_Conrado_Ben%C3%ADtez&action=edit&redlink=1
[3] https://www.ecured.cu/Limones_Cantero
[4] https://www.ecured.cu/Trinidad
[5] https://www.ecured.cu/La_Habana
[6] https://www.ecured.cu/index.php?title=Finca_Palmarito&action=edit&redlink=1
[7] https://www.ecured.cu/R%C3%ADo_Ay
[8] https://www.ecured.cu/26_de_noviembre
[9] https://www.ecured.cu/1961
[10] https://www.ecured.cu/Escambray
[11] https://www.ecured.cu/Estados_Unidos